Este parque lo vimos un poco de pasada, puesto que nuestro objetivo estaba puesto en Bryce Canyon, más al noreste, y la agenda estaba cargada ese día. Sin embargo, esto no quiere decir que no disfrutáramos del paisaje.
Yendo desde Las Vegas, Zion se presenta como la entrada a otro mundo, donde la geología sorprende con sus formas y colores, y donde, si el cielo está tan azul como nosotros lo vimos, la combinación de azules, verdes, blancos y marrones te sumerge en un estado de especial relajación. Hasta el asfalto tiene otro color, con lo que deja de parecer asfalto.
Las formas de este paisaje, modeladas por las fuerzas de la naturaleza, son caprichosas, y van desde las formaciones volcánicas, que parecen haberse congelado en el instante en que fluía la lava, hasta los refugios y riscos excavados con paciencia por viento y agua a lo largo de millones de años.
Una visita que merece la pena. Si vuelve a haber otra ocasión, habrá que admirar este parque con más detenimiento.
2 comentarios:
Es impresionante,,,
esas rocas asi tan inmensas dan sensaciòn ..no se,,como de pelicula fantasmal,,pero son un espectaculo estar ahi y verlas hace que uno se deba de sentir pequeñiiiito...,hermoso en su tono y en su color,,,
besiñoss
Gracias por el comentario. Es todo un espectáculo, sí, pero lo es más aún el cañón Bryce, que está relativamente cerca de este y cuyas fotos (seleccionadas, claro) publicaré en un futuro próximo.
Saludos.
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